Sentido común

Dos palabras sencillas que bien aplicadas resolverían toda la amalgama de conflictos que se presentan en nuestra vida y en la sociedad en su conjunto: SENTIDO COMÚN. Algo tan sencillo como preguntarse esto cada vez que necesitemos solucionar algo: ¿Cómo se resolvería esto con sentido común?. Por ejemplo, estamos viendo la televisión, y el mando deja de responder cuando pulsamos los botones. Nuestra lógica enseguida se dispara, y nos lleva a pensar que se han acabado las pilas. Las cambiamos o las movemos, y resolvemos que ahora ya si funciona el mando. Hemos aplicado el sentido común. Otro ejemplo: nuestro hijo se pasa las tardes estudiando matemáticas y cuando llegan los exámenes suspende la asignatura. Nuestro sentido común nos dice que, o necesita nuestra ayuda para comprender los ejercicios, o necesita clases particulares. Problema Resuelto. El niño aprueba la asignatura.

En Economía ocurre algo así: el consumo interno del país cae porque la ciudadanía no tiene dinero para consumir. ¿Como se ha resuelto esto?. Subida del IVA en casi todos los productos, bajada de salarios en casi todos los puestos de trabajo públicos y privados, los préstamos para incentivar el desarrollo económico de una empresa cortados de raíz, favorecer el despido mediante ERES (hasta tres en un año), recortes económicos en todas las esferas sociales (ley de dependencia), y un largo etcétera de medidas adoptadas para "incentivar el consumo interno". ¿Dónde está el sentido común en todas estas decisiones?. Pues se lo han debido quedar los Bancos. Verán:

Sentido Común aplicado a la Banca: durante 10 años, dan préstamos a todo el mundo, sin importar la solvencia económica de cada persona, las Administraciones Públicas disponen del dinero de las Cajas de Ahorro para llevar a cabo cuantos proyectos deseen por desmesurados que parezcan, se crean cuantos puestos de trabajo públicos hagan falta, pues los presupuestos inflados lo permiten, se realizan infraestructuras financiadas con créditos sin valorar su utilidad futura (AVE y Aeropuertos como ejemplos más flagrantes), se convierten en adalid de la nueva economía generando inversión tanto pública como privada sin tener la seguridad de que todo este despilfarro vaya a ser devuelto.

Y aquí viene el sentido común: El Banco de España, que debe velar por el buen funcionamiento de los Bancos privados: totalmente inoperante. El Tribunal de Cuentas, que debe velar por la viabilidad de la inversión pública: totalmente desbordado, sin personal y con cuatro o cinco años de retraso. Los Bancos responsables de todo lo que ha ocurrido: rescatados por Europa con dinero público que todos los españoles hemos de pagar año a año hasta devolver el último céntimo. El Sentido Común, en conclusión, está en los Presidentes y en los dueños de estas empresas privadas llamadas Bancos: pase lo que pase, ellos no pierden nunca.

Cuando uno monta una empresa privada, cree que todo lo que su empresa haga, estará sujeto a la responsabilidad de sus actos. Esto es, yo tengo una cafetería, y decido invertir más dinero en poner máquinas de marcianitos o tragaperras. Si la cosa va bien, ganaré más dinero pero si va mal, esa inversión que he hecho la perderé. Pues bien, esto en un Banco no es así. Si la inversión que hace el Banco funciona, todos los beneficios serán para ellos, pero si por el contrario va mal, no pasa nada, el Presidente no tiene de que preocuparse, pues sus actos no tendrán consecuencias. Europa, amparada por el Estado, te repondrá ese dinero malgastado, y además, como premio, tus emolumentos, tu jubilación ultramillonaria y cualquier privilegio más seguirá intacto. 

Conclusión: el SENTIDO COMÚN funciona para los banqueros. Ellos hagan lo que hagan no pierden. Que los peritos del Banco inflaban el valor de las viviendas para prestar más y ahora el comprador no puede hacer frente al pago, no pasa nada, le embargo la vivienda y me sigue debiendo el diferencial del precio real y lo que me pidió prestado por ella. Así de sencillo. Todo favorece a la banca, que, como decíamos cuando jugábamos al Monopoly, ¡la banca nunca pierde!.

Soluciones

Muy concreta la solución que yo encuentro en este caso. Quitar todos los privilegios de la banca. Hacer responsables a sus directivos de cuantos desmanes ocurran en su mandato. Regular su funcionamiento conforme a lo que son, una empresa privada dedicada a la gestión financiera del dinero que la gente, voluntariamente, deposita en ellos, así como en cerciorarse de la devolución de los préstamos por parte de la ciudadanía con métodos solventes de viabilidad. Y sin duda, todo ello llevado a cabo con Leyes que protejan los derechos de los ciudadanos, leyes reales y concretas que impidan la vulneración constante del SENTIDO COMÚN que, como su propio nombre indica, es el sentido que nos debe llevar al bien común de todos y de nuestra economía. 

Espero vuestras soluciones. Un cordial saludo.

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